Consejos prácticos para padres de familia

La pregunta más común que se hacen los padres, especialmente los conocidos como “Primerizos” es:

¿ A QUE EDAD DEBO LLEVAR A MI HIJO / A  AL ODONTÓLOGO? 

Según la Academia Americana de Odontología Pediátrica (organización de profesionales cuyos miembros son dentistas capacitados para proveer cuidados dentales a lactantes, niños, adolescentes y a otros con necesidades especiales) señalan que cuando le empiece a salir el primer diente, a menudo entre los 6 y 12 meses de edad

¿POR QUÉ? 

El motivo más importante: Iniciar un programa preventivo, ya que unos dientes de leche o primarios fuertes y sanos ayudan a su hijo a : 

v      Masticar mejor

v      Aprender hablar con claridad

v      Sonreír y verse bien, ya que le dan a la cara del niño su forma y balance.

 

La salud general de su hijo puede verse afectada si los dientes de leche o primarios tienen infecciones o fracturas. 

La caries en estos dientes pueden afectar la erupción de los dientes permanentes. 

Si se pierde un diente primario antes de tiempo,  su hijo va a necesitar un mantenedor de espacio hasta que erupcione el diente permanente, si no lo usa el diente de al lado se puede inclinar hacia el espacio vacío, ocasionando que los dientes permanentes salgan chuecos,  y después sea necesario un tratamiento más costoso y largo, como es la ortodoncia. 

Otra pregunta frecuente es:

 

¿ Cuando debo empezar a limpiar los dientes del bebé?

Cuando el bebé aún tiene uno o pocos dientes, la manera más adecuada de limpiarlos es con una pequeña gasa humedecida en agua. Envuélvala sobre el dedo índice y frote cada diente cuidadosamente. En caso de que el bebé ya tenga varios dientes, es momento de usar un cepillo dental de cabeza pequeña y cerdas muy suaves, fabricados especialmente para infantes. No tiene que esperar a que tu bebé tenga todos sus dientes para empezar a limpiarlos. el bebé nace sin microorganismos involucrados en el proceso de caries en(Streptococus Mutans). Esta bacteria es transmitida por la madre o personas cercanas al bebé a través de las gotitas de saliva.