CARILLAS DE PORCELANA
Las carillas de porcelana son restauraciones
que cubren toda la cara frontal del diente, generalmente empleadas en el
sector anterior, cuya finalidad es casi siempre estética.
Las carillas han tenido un gran impulso que
las sitúa en la actualidad como el tratamiento de elección en
situaciones de estética comprometida.
Ventajas:
Permiten mejorar el aspecto estético de
nuestros pacientes de manera notable, ya que son capaces de modificar la
forma, posición y color de los dientes aún en casos difíciles.
Es el método más conservador (el que talla
menor cantidad de diente) para modificar la estética en dientes
anteriores.
La resistencia a la abrasión, al desgaste y
a la fractura es mucho más alta que en las restauraciones de resina
compuesta (empastes blancos).
Son resistentes al ataque de los fluidos
orales y al alcohol.
Son muy biocompatibles.
Mantienen el color y el brillo.
Se obtiene un excelente ajuste al margen del
diente.
Son homogéneos, con lo que no retienen placa
bacteriana ni se tiñen.
Su unión al esmalte es muy fuerte.
Presentan una superficie perfectamente
pulida que dificulta el depósito de placa bacteriana por lo que favorece
la salud periodontal.
Desventajas
No se pueden reparar una vez cementadas.
También es casi imposible su remoción, generalmente hay que destruirlas
con instrumental rotatorio para despegarlas del diente.
No se pueden usar cuando queramos realizar
grandes modificaciones en el diente.
La preparación del diente requiere un
tallado adecuado a cada caso en particular.
Indicaciones
Alteraciones del color de los dientes
anteriores por: tetraciclinas (fármaco), fluorosis (exceso de flúor en
el diente), restauraciones antiguas, caries, café, tabaco, té,
decoloraciones blancas por déficit de calcificación, etc.
Alteración de la forma de los dientes:
- Dientes conoides (dientes muy pequeños con
forma afiliada).
- Dientes centrales muy cortos.
- Atricción (desgaste por rozar un diente
contra otro).
- Abrasión (desgaste por algún elemento
ajeno a la boca que actúe por mecanismos físicos como el cepillado,
hábitos, etc.)
- Alteraciones de la posición de los
dientes.
- Fracturas del borde del diente.
- Diastemas (huecos que hay entre diente y
diente) leves o moderados.
- Agenesia (no se han formado, no existen en
boca) de incisivos laterales superiores, cambiando la morfología de los
caninos y transformándolos en incisivo lateral superior.
Contraindicaciones:
Graves alteraciones de las relaciones
esqueléticas intramaxilares.
Si la preparación del diente necesaria es
muy profunda.
Bruxismo (hábito de apretar los dientes) con
grandes desgastes.
Parafunciones (hábitos nocivos, etc.) no
tratadas.
Graves alteraciones del esmalte (superficie
de adhesión insuficiente).