Los
dientes están formados por tejidos que distintamente entre si se disponen en
forma armónica para cumplir los objetivos de sus funciones. Ellos son un tejido
blando, la pulpa y tres tejidos duros: el esmalte, la dentina y el cemento
dentario.
El esmalte.-
Es el tejido más duro y altamente mineralizado del organismo, es pues
aparentemente una estructura simple sado que posee cristales llamados
hidroxiapatita y sustancias orgánicas proteicas. El esmalte puede presentar
fallas estructurales conocidas como surcos o fisuras del esmalte y como
laminillas del esmalte, al suceder esto se formara lo que llamamos dientes
multicuspideos ya que sus lóbulos no se han forado completamente. El esmalte
está ubicado sobre la dentina coronaria y constituye la parte visible del
diente, por ende lleva la responsabilidad de la estética y su resistencia a los
impactos físicos.
La dentina.-
El que ocupa el mayor volumen entre los tres es la dentina, que se ubica tanto
en la corona como en la raíz. La dentina y la pulpa se forman a partir de la
papila dentaria. Este origen común ha hecho que se acepte el concepto de órgano
pulpodentario. La dentina es la encargada de dar el color al diente. Según el
periodo y tipo de formación se distingue la dentina primaria, la dentina
secundaria y la dentina terciaria. La dentina primaria es la que se forma hasta
que se alcanza la longitud total del diente según autores o hasta que el diente
entra en oclusión según otros, la dentina secundaria es la que se forma durante
toda la vida, y la dentina terciaria es aquella que se forma como respuesta a
estímulos patológicos.
Pulpa dentaria.-
Es un tejido conectivo compuesto por una matriz que contiene fibras colágenas de
tipos I Y III dispuestas irregularmente. Es la encargada de llevar en su
interior a los vasos sanguíneos, dándole así irrigación e inervación al diente y
asimismo es el responsable de la sensibilidad dentaria. El contenido fibroso de
la pulpa se incrementa con la edad y forma haces más gruesos.
El cemento.-
El cemento cubre la raíz dentaria, de color amarillo. Es un tejido duro que no
posee irrigación ni inervación pero esta mineralizado, sirve como medio de unión
entre las fibras del ligamento periodontal a la raíz de este modo sujetando al
diente en su alveolo.