ABSCESOS DENTALES
Un absceso dental o absceso
dental, es una acumulación de pus que se forma en el interior de los dientes o
las encías. El absceso normalmente se origina a partir de una infección
bacteriana, a menudo uno que se ha acumulado en la pulpa suave del diente.
Las bacterias existen en la placa, un subproducto de la comida, la saliva y
bacterias en la boca que se adhiere a los dientes y los daña, así como las
encías. Si la placa no se elimina mediante el cepillado regular y el cepillado y
el hilo dental las bacterias pueden propagarse dentro del tejido blando dentro
del diente o las encías, lo que implicaría en un absceso.
Hay 3 tipos de abscesos dentales:
Absceso gingival - el absceso es sólo en el tejido de las encías y no
afecta el diente o el ligamento periodontal.
Absceso periodontal - este absceso se inicia en las estructuras de
soporte del tejido óseo de los dientes.
Absceso periapical - este absceso comienza en la pulpa suave del diente.
Un absceso dental por lo
general requiere de un tratamiento, de lo contrario puede empeorar y dar lugar a
la destrucción del tejido óseo.
¿Cuáles son los signos y
síntomas de un absceso dental?
Esto puede ser un dolor
punzante, y con frecuencia es intenso. El dolor generalmente comienza de manera
repentina, y se hace más intensa en las horas o días siguientes. En algunos
casos, el dolor puede irradiar al oído, la mandíbula y el cuello.
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El dolor en la zona
afectada al morder
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Al tocar el área afectada
puede ser doloroso
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La sensibilidad a los
alimentos y líquidos fríos o calientes
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Un mal sabor en la boca
del paciente
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Fiebre
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Malestar general (el
paciente siente un malestar general)
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Trismo - el paciente le
resulta más difícil de abrir su / su boca
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Disfagia - dificultad
para tragar
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Insomnio
¿Qué
causa un absceso dental?
Un absceso
dental en la mayoría de los casos es una complicación de una infección dental.
Las bacterias, a menudo las bacterias presentes en la placa, infectan y se abren
camino en un diente.