EL PUNTO DE PARTIDA... Oclusión en la odontología
restauradora
Dr. Mario Romero-Félix
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Director del Diplomado de
Odontología General INCAFOE-G |
Pofesor principal de Odontología
Adhesiva INCAFOE-G |
Presidente de AORYB-G |
www.buenaliento.com |
consulta@buenaliento.com |
RESUMEN
Una de las
decisiones más difíciles de tomar en odontología restauradora es el llamado
“punto de partida”. ¿Dónde se debe de iniciar una rehabilitación?
Cuando se trata
de rehabilitar al sistema masticatorio como un todo, debemos de tener presente
que el concepto más importante en Oclusión es la posición mas superior y media
del cóndilo en su respectiva fosa glenoidea (Relación Céntrica), y entender que
muchos de los problemas oclusales tienen su origen en las posiciones excéntricas
del cóndilo que resultan en una función incoordinada de los músculos
masticadores y como consecuencia de eso, se dan los llamados signos de
inestabilidad que son perfectamente diagnosticables.
Es el objetivo
de este artículo explicar de una manera simple como lograr este “punto de
partida” y de esta manera hacer más predecibles todos los tratamientos.
SUMMARY
One of the most
difficult decisions in restorative dentistry is the so called “starting point”.
¿Where do we start a rehabilitation?
When we are
trying to restore the masticatory system as a whole, we should understand that
the most important concept in occlusion is the upper most and medial position of
the condyle in its glenoid fossa (Centric relation), and to understand that many
of the occlusal problems start at an excentric position of the condyle that
results in a incoordinated muscle function that will lead to sings of
instability.
The objective
of this article is to explain in a simple manner how to achieve this “starting
point” so that our treatments can be more predictable.
INTRODUCCIÓN
Muchos odontólogos
cometen el error de dejarse llevar por los signos (EFECTO) que observan en
la cavidad oral durante el examen clínico, olvidándose de que éstos son el
producto de un desorden que se debe de diagnosticar (CAUSA) (10).
Entender el
concepto de causa y efecto es de vital importancia para el odontólogo
restaurador. “Todos los EFECTOS tienen un FACTOR CAUSAL, y cuando observamos
cualquiera de los signos de inestabilidad del sistema masticatorio
(hipermobilidad, hipersensibilidad o desgastes excesivos), ésto nos debe
de llamar la atención.
Partamos de la
siguiente pregunta: ¿Sería lógico rehabilitar una oclusión en la misma
relación cóndilo fosa que llevó al sistema a su destrucción? Obviamente
que NO, entonces la siguiente pregunta cae por su propio peso ¿cuál sería
la relación ideal?
DETERMINANTES DE LA OCLUSION
El sistema
masticatorio está conformado por 3 huesos: Temporal, Maxilar superior y Maxilar
inferior; por los músculos elevadores: Temporal, Masetero y Pterigoideo interno;
por los músculos depresores: Haz inferior del pterigoideo externo y Músculos
suprahiodeos, faltando el Haz superior del pterigoideo externo que es antagónico
al haz inferior y contribuye al mantenimiento de la alineación del complejo
cóndilo disco; y la lengua, buccinadores y orbiculares de los labios que limitan
la zona neutral. Todos estos elementos deben de funcionar de una manera
coordinada para mantener la salud del sistema.
Relación Céntrica
Partamos de que la
posición fisiológica del cóndilo mandibular se ubica en la parte más superior y
media dentro de la cavidad glenoidea (relación céntrica) (1,2,10). Esta
posición es, a diferencia de lo que muchos piensan, determinada fisiológicamente
por músculos; posición más superior gracias a la dirección de carga de los
músculos masetero y temporal, y media gracias a la dirección de carga del
músculo pterigoideo interno (Gráficos 1 y 2).
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Gráfico 1 Temporal y
masetero |
Gráfico 2 Pterigoideo interno |
Todo esto se da
siempre que haya una función coordinada con los músculos antagónicos,
principalmente el haz inferior del pterigoideo externo, este músculo debe de
liberar completamente su contracción para permitir a los músculos elevadores
llevar a los cóndilos a relación céntrica, es por esto que al haz inferior del
pterigoideo externo se lo conoce como “El músculo posicionador”(3,10) (Gráfico
3).
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Gráfico
3 Se
puede observar que durante el cierre de la boca los músculos elevadores
se contraen (+) y llevan a los cóndilos a su posición más superior y
media, siempre y cuando el haz inferior del pterigoideo externo libere
su contracción (-) |
Es importante
entender que esta posición de relación céntrica sólo se da cuando coincide con
la máxima intercuspidación de las piezas dentarias, estas deben de contactar al
mismo tiempo y con la misma intensidad. Los contactos prematuros de las
piezas dentarias obligan al haz inferior del pterigoideo externo a contraerse
durante el cierre y dan como resultado una función muscular incoordinada
(Gráfico 4). Esta contracción se da por dos razones: La primera es
por defensa, así evitar destruir a la pieza dentaria que contacta
prematuramente, y la segunda es por fisiología, el sistema normalmente busca
contactar el mayor número de piezas dentarias para distribuir las fuerzas
oclusales de una manera uniforme.
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Gráfico
4 Obsérvese
cómo ocurre una contracción simultánea de los músculos elevadores y
depresores como consecuencia de un contacto prematuro |
Dimensión Vertical
Otro de los
errores conceptuales que a veces cometemos es el de pensar que la dimensión
vertical está determinada por los dientes. Si este concepto fuese correcto
entonces podríamos sacar como conclusión que la dimensión vertical que
determinamos en nuestros pacientes edéntulos, es totalmente arbitraria.
La dimensión
vertical es la relación máxilo mandibular “repetitiva” determinada por la
longitud de contracción de los músculos elevadores (4,10). Las piezas
dentarias erupcionan hasta encontrar una fuerza intrínseca de igual intensidad
(la única fuerza intrínseca es la dada por los músculos elevadores).
Gracias a que la dimensión vertical es determinada por los músculos, es
medible y reproducible en un articulador semiajustable.
Una vez entendido
el concepto de dimensión vertical, es importante decir que el único acto
fisiológico que se da en el sistema masticatorio y que hace que los músculos
elevadores se contraigan con la misma fuerza e intensidad es la “deglución”.
Cuando deglutimos no lo hacemos algunas veces más fuertes que otras, ésto es un
acto involuntario y por lo tanto se repite una y otra vez sin variaciones, por
esto la dimensión vertical se debe de tomar durante el acto de deglución para
que sea la “constante” longitud de contracción de los músculos elevadores la que
la determine (4,5,10).
Es importante no
cometer el error de determinar vertical dibujando puntos arbitrarios en el
rostro de nuestros pacientes y pidiéndoles que se relajen. En una relación
de relajación no hay contacto dentario, y normalmente la lengua se interpone
entre ambos maxilares, esto normalmente resulta en una dimensión vertical
aumentada. Otro error que puede ocurrir es que el cóndilo esté desplazado
y cuando lo llevamos a céntrica el mentón baja, aumentando la dimensión vertical
(Gráfico 5 y 6).
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Gráfico 5 y
6 Observemos en los gráficos que la distancia (3) se
altera dependiendo de la posición del cóndilo en su fosa glenoidea (1),
mientras que la longitud del músculo (2) se mantiene constante |
Zona Neutral
T
Teniendo claro que
la posición vertical de los dientes está determinada por los músculos
elevadores, queda en el aire la pregunta ¿Quién determina su posición
horizontal?.
Como su nombre lo
indica, la zona neutral es una franja donde las bandas musculares de los
orbiculares de los labios y buccinadores por fuera (Gráfico 7), y la fuerza
externa de la lengua por dentro (Gráfico 8), hacen presión con igual intensidad
hasta neutralizarse (7,10). Es en esta franja donde se alinean los dientes
en ambas arcadas. Por lo tanto podemos concluir que la zona neutral
determina la posición horizontal de las piezas dentarias.
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Gráfico 7 Bandas
superior, media e inferior del orbicular de los labios y buccinadores |
Gráfico 8 Fuerzas
laterales y anterior de la lengua sobre las caras linguales de los
dientes |
Plano Oclusal
Uno de los
conceptos menos entendidos en oclusión tiene que ver con el plano oclusal; es el
concepto de oclusión mútuamente protegida.
Sabemos que la
función de la guía anterior es desocluir a todos los dientes posteriores en el
momento en que los cóndilos dejan céntrica, ésto es importante debido a
que se ha demostrado en estudios de electromiografía, que esta desoclusion apaga
el 80% de los músculos elevadores, lo que permite aliviar la carga que
estos músculos pueden ejercer sobre los dientes anteriores y así protegerlos
debido a que por su forma, tamaño y número de raíces no pueden soportar dicha
carga. Al mismo tiempo los anteriores protegen a los posteriores al no
permitir, durante la desoclusión, que choquen unos con otros y se desgasten o
fracturen como consecuencia de la presión que podría ejercer el haz inferior del
pterigoideo externo que se activaría durante estas interferencias.
Por tales motivos,
no sólo es importante tener buenas guías, anterior y condilar, sino también es
importante tener un plano oclusal correcto que permita a estas guías cumplir su
función.
Dentro de lo que
es plano oclusal es importante conocer y entender la fisiología de las curvas de
Spee y de Wilson.
La curva de Spee
es una línea imaginaria que va en sentido ántero posterior y nace en el vértice
del canino inferior, pasando por las cúspides bucales de premolares y molares y
termina en el centro de la cabeza del cóndilo (8,10). Siempre que la curva
se extienda hacia los cóndilos, el plano oclusal será lo suficientemente “plano”
en el segmento posterior para ser separado por el desplazamiento hacia abajo y
adelante del cóndilo contra una inclinación normal de la guía condilar;
esto se da incluso con un guía anterior plana (Gráfico 9) (Fotos 1 y 2).
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Gráfico 9
Nótese la
importancia de una curva de Spee adecuada para que la guía anterior y
condilar desocluyan a los dientes posteriores |
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Foto 1
Nótese lo plano de la guía anterior |
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Foto 2
Nótese que con una
buena curva de Spee se da la desoclusión de
los dientes posteriores |
La curva de Wilson
(Gráfico 10), por el contrario, es una curva medio lateral que va desde las
cúspides bucales de premolares y molares inferiores de un lado hacia las
cúspides linguales y bucales de premolares y molares inferiores del lado
contrario (9,10), lo que siempre determinará cúspides linguales en un plano
oclusal más bajo con relación a las bucales.
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Gráfico 10
Curva de Wilson
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Curva de Oclusión = C. Spee+ C. Wilson |
La curva de Wilson
está determinada fisiológicamente por la dirección de carga del músculo
pterigoideo interno (Gráfico 11), esto es particularmente importante durante el
acto de la masticación (6,10) debido a que éste es un ciclo de movimiento de
adentro hacia fuera de la mandíbula y si las cúspides linguales estuviesen en un
plano oclusal invertido (más altas que las bucales) estas chocarían contra las
cúspides palatinas superiores (Gráfico 12). Esta interferencia causaría
una función muscular incoordinada lo que terminaría con el desarrollo de
diversos signos de inestabilidad. Es muy común observar desgaste de las
cúspides linguales inferiores y superiores como consecuencia de tratamientos de
Ortodoncia en los que estos parámetros fisiológicos no han sido determinados y
más común observar a pacientes que se muerden las zonas laterales de la lengua
debido a que se han realizados rehabilitaciones extensas sin
estas consideraciones.
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Gráfico 11
Nótese cómo la inclinación
de los premolares y molares inferiores siguen la dirección de
carga del Pterigoideo interno |
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Gráfico 12
Nótese cómo,
durante el ciclo de la masticación, el bolo alimenticio es empujado por
la zona neutral hacia la tabla oclusal, permitiendo que las cúspides
funcionales (las más altas), lo trituren |
Muchas veces
consideramos a la Oclusión como algo puramente teórico y difícil de aplicar en
la clínica.
Es el objetivo
principal de este artículo el demostrar que todos los conceptos antes
desarrollados, no sólo son aplicables en la clínica, sino que cuando no los
aplicamos, nuestros tratamientos se vuelven poco predecibles.
PRESENTACIÓN DE CASO CLINICO
Paciente de sexo
masculino de 68 años de edad, edéntulo total de l maxilar superior y parcial del
maxilar inferior. Llega a la consulta con una prótesis total superior
completamente desadaptada y sin prótesis inferior. Se le indica al
paciente la necesidad de confeccionar ambas prótesis a lo que él contesto que no
deseaba una prótesis inferior porque sabia que nunca la iba a usar.
Plan de tratamiento
Se decide
confeccionar una prótesis total superior fisiológicamente adaptada a su sistema
masticatorio.
Secuencia clínica
Se inicia el
tratamiento con una impresión preliminar de alginato y vaciado del modelo con
yeso piedra para confeccionar una cubeta individual de acrílico, la que nos
servirá para la toma de impresión final y obtención del modelo de trabajo.
Una vez recibida la cubeta en el consultorio se realiza un modelado muscular
intraoral del borde de la cubeta utilizando godiva de baja fusión
(Foto
3).
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Foto 3
Cubeta acrílica con modelado muscular |
A continuación
seleccionamos el material de impresión final. En este caso decidimos utilizar
Impregum F (3M ESPE) (Foto 4), un poliéter con excelentes características tanto
de hidrofilicidad como de estabilidad dimensional. Un punto importante de tener
presente cuando utilizamos poliéteres es su dificultad para remover la cubeta
una vez que el material ha fraguado. Se recomienda utilizar agua y aire de la
jeringa triple en el fondo del surco vestibular por unos 5 a 10 segundos, lo que
hace más fácil la remoción (Foto 5).
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Foto 4
Material de impresión |
Foto 5
Impresión Final |
El modelo es
vaciado con yeso piedra (Foto 6) y sobre él confeccionamos 3
rodetes de cera: uno para el arco facial, el segundo para la dimensión
vertical y zona neutral y el tercero para determinar la línea media,
línea de los caninos y línea de la sonrisa.
Todo modelo
superior debe ser montado en el articulador semi ajustable a través de la
relación de ese modelo con la base del cráneo, esto se lo logra con el arco
facial. Utilizando el rodete de cera conectado al tenedor de mordida (Foto
7) se registró con el arco facial, (Whip-Mix Corp.) la relación antes indicada,
en el paciente (Foto 8).
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Foto 6
Modelo maestro |
Foto 7
Rodete unido al tenedor de mordida |
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Foto 8
Arco facial en
posición. Nótese cómo sus extremos se colocan en el conducto
auditivo externo y para así poder relacionar la posición fija del
maxilar superior con la base del cráneo |
Una vez que
tenemos este registro, unimos el modelo superior a la platina superior del
articulador (Whip-Mix Corp.) utilizando yeso modelo (Foto 9). Es
importante utilizar 2 preparaciones diferentes de yeso modelo para la unión,
para de esa manera evitar que la contracción del yeso nos altere la posición del
modelo maestro.
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Foto 9 Modelo
superior unido a platina con yeso modelo |
A continuación
debemos de relacionar el modelo inferior contra el superior a través de una
mordida en céntrica (5,11). Para esto utilizamos un rodete de cera
superior e inferior (Foto 10), debido a que el paciente no presentaba las piezas
número 35, 36 y 37. Estos rodetes deben ser adaptados en boca de tal
manera que cuando el paciente degluta estos no interfieran con la longitud en
contracción de los músculos elevadores (5). Esto puede sonar complicado,
pero basta con preguntar al paciente si se siente cómodo al tragar con los
rodetes en boca, (cuando los rodetes contactan a una vertical aumentada, el
paciente no se sentirá cómodo durante la deglución) (5). Es importante que
quede un espacio entre los rodetes (5).
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Foto 10
Rodetes de mordida superior e inferior, nótese las
retenciones que presentan en la parte oclusal, para ayudar a la
retención del material de impresión |
En un paciente
edéntulo, los cóndilos siempre estarán en céntrica, debido a que no hay piezas
dentarias que interfieran con esa posición condilar (10). Por lo tanto,
una vez adaptados los rodetes, procedemos a inyectar material de impresión
liviano entre la lengua y el rodete inferior, entre el surco vestibular y el
rodete superior e inferior, y entre los carrillos y los rodetes, para luego
pedirle al paciente que degluta y esperamos que el material fragüe (5,11) (Fotos
11,12,13,14 y15). En este caso utilizamos una silicona de adición (Examix
GC).
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Foto 11
Nótese lo
fiel de la impresión de la zona neutral |
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Fotos 12 y 13
Buccinador
izquierdo y derecho |
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Fotos 14 y 15
Orbicular de los labios bandas superior e inferior y lengua |
Los rodetes se
mantienen unidos por el material de impresión, así los llevamos al articulador,
contra el modelo superior y, sobre el rodete inferior colocamos al modelo
inferior que será unido con yeso modelo a la platina inferior del
articulador(5). El modelo inferior debe estar asegurado contra el rodete
inferior a través del uso de bandas elásticas (Foto 16).
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Foto 17
Modelos montados en
correcta dimensión vertical y con la zona neutral determinada |
Analizando
nuestro montaje notamos que la relación intermaxilar (dimensión
vertical) del paciente es una clase 3 esqueletal secundaria a la
reabsorción alveolar (Foto 18), lo que dificulta el caso debido a que
ningún paciente quiere utilizar una prótesis total con esa relación
dentaria.
Si
recordamos el concepto fisiológico de dimensión vertical, que la
relación intermaxilar que está dada por la longitud de contracción de
los músculos elevadores, es repetitiva y constante, también vamos a
entender que se “puede” aumentar la vertical en estos casos, teniendo
presente que este aumento estiraría las fibras musculares de los
músculos elevadores y éstos, fisiológicamente, responderán con una
contracción sostenida que producirá una presión excesiva sobre el
reborde alveolar, el cual se remodelará hasta recuperar la vertical
fisiológica del paciente.
En la
siguiente secuencia fotográfica nótese el nivel del vástago del
articulador en la vertical fisiológica y compare con las fotos del
vástago levantado 5mm (Fotos 18, 19, 20 y 21),
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Foto 18
Vertical fisiológica |
Foto 19
Vástago en nivel “cero” |
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Foto
20
Vertical aumentada |
Foto 21
Vástago 5mm
por encima de
nivel cero |
Es importante
explicar este punto. En relación céntrica los cóndilos rotan sobre su eje (eje
de bisagra terminal), hasta una apertura de la boca en promedio de 20 mm +/-
5mm. Pasados los 20 mm de apertura, el ligamento témporomandibular (que va
desde el borde posterior de la eminencia articular al borde posterior del cuello
del cóndilo), se tensa y obliga al haz inferior del pterigoideo externo a
contraerse para llevar la mandíbula hacia abajo y adelante. Por lo tanto, si
nosotros aumentamos vertical, siempre y cuando hayamos comprobado (técnica de
manipulación bimanual) que los cóndilos están en céntrica, esto nunca afectará
nuestro “punto de partida” (relación céntrica).
A continuación
procedemos a utilizar el último rodete de cera, en el que vamos a determinar la
línea media, la ubicación del vértice de los caninos (Fotos 22 y 23) y
finalmente la línea de la sonrisa, la cual determinará la ubicación exacta de
los bordes incisales de los centrales, laterales y caninos superiores.
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Foto 22
Vértice del canino derecho
y línea media |
Foto 23
Vértice del canino izquierdo |
Trabajo de laboratorio realizado por el Dr. Giovanni Abad
Nosotros como
clínica dental cumplimos con entregarle la mayor información posible a nuestro
laboratorista, que en este caso fue el Dr. Giovanni Abad, que por ser odontólogo
y un conocedor de los conceptos fisiológicos de la oclusión tiene un
entendimiento claro de nuestros objetivos.
Secuencia
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Se realizan 3 perforaciones (una media y dos laterales)
en el modelo superior (12). Estas perforaciones van a sostener en su sitio a
los labios y carillos que confeccionamos en el laboratorio (Fotos 24, 25 y
26).
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Con la impresión de la zona neutral interpuesta entre
ambos modelos articulados, y utilizando masilla de laboratorio (Coltoflax,
Coltene) reproducimos los labios, carrillos y lengua (12)(Fotos 27, 28, 29 y
30).
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El siguiente paso es proceder al enfilado de los dientes
en el modelo superior; esto lo hacemos comprobando que la posición de los
dientes en las arcadas esté en correcta relación con la zona neutral (12)
(Foto 31).
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El laboratorio nos entrega el enfilado en cera para la
prueba en boca. Antes de la prueba comprobamos que todos los
parámetros oclusales fueron respetados en el articulador. En la secuencia
fotográfica nótese la similitud de la relación del enfilado en el
articulador con el mismo enfilado en boca (5,11,12) (Fotos 32, 33, 34, 35 y
36).
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Con la dentadura en cera procedemos a comprobar la
ubicación correcta del borde incisal. Esto lo realizamos pidiéndole al
paciente que diga palabras con “f” como feo, forma etc. Durante este paso lo
que queremos es que el labio inferior tope los bordes incisales de los
dientes superiores (11) (Foto 37).
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El siguiente paso es pedirle al paciente que sonría y
evaluar la parte estética de la sonrisa (11) (Foto 38).
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Finalmente comprobamos que la cera de la prótesis este
respetando la zona neutral y dé el soporte suficiente al labio superior (11)
(Fotos 39 y 40).
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Foto 27 |
Foto 28 |
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Foto 29 |
Foto
30 |
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Foto 31 |
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Foto 32 |
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Foto 33 |
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Foto 34 |
Foto 35 |
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Foto 36 |
Fotos 34, 35 y 36
Nótese cómo en el
laboratorio, con la lengua falsa, determinan la correcta relación del
borde de la lengua con la cara palatina de los premolares (zona neutral) y
molares superiores, y su relación es igual en boca |
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Foto 37
Fonética |
Foto 38
Sonrisa |
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Foto 39
Soporte
adecuado del encerado |
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Foto 40
Paciente sin
prótesis |
CONCLUSIONES
La ventaja de esta
técnica clínica para la fabricación de prótesis totales basada en conceptos
eminentemente fisiológicos es que todos los parámetros son determinados
clínicamente y ejecutados en el laboratorio, lo que hace que la consulta de
prueba en cera sea bien sencilla y sólo debe de reafirmar que todos los pasos y
conceptos fueron respetados.
Nuestros
tratamientos se vuelven “más” predecibles, mientras más cerca estén de lo
fisiológico
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