EL AZUCAR,
¿SOLO AFECTA A LOS DIENTES?
Dra. Susana Rivera Anchundia
Doctora en Odontología Universidad de Guayaquil 1992
Estudios Avanzados en Terapia Neural Fundación Hanuman 2003
Miembro activo de AORYBG.
Una de las substancias
aparentemente inofensivas y sin embargo una de las que mayores problemas crea al
atacar nuestro sistema inmunológico es el azúcar.
Los macrófagos quedan atorados
en el azúcar y se imposibilita su acción. La misión de los macrófagos consiste
en destruir, bloquear y activar la inmunidad cuando detectan la presencia de una
toxina, un virus o una bacteria… Cada vez que ingerimos azúcar, aunque sea tan
poco como dos cucharadas, las proporciones de minerales entran en desbalance.
Como sabemos, el azúcar aumenta la incidencia de caries
dental y afecciones a todo el organismo. El azúcar refinado provoca
desequilibrios de calcio y fósforo en la sangre que pueden llevar a
enfermedades como la, artritis, cáncer, diabetes y osteoporosis
Uno de los hábitos mas comunes y parte de nuestra vida diaria
es el consumo de bebidas gaseosas , pero ¿qué tan saludables son?
Las transnacionales
dedicadas al comercio del
azúcar,
el
café,
el
té,
el
chocolate
y las
bebidas
gaseosas, se
cuentan entre las más poderosas del mundo, por lo que sin lugar a dudas, en este
capítulo se analizan los psicoactivos de mayor venta a nivel mundial. Algunos
autores como el Dr. Bruker, William Dufty, Laura Urbina y Nancy Appleton afirman
que por ello mismo, la información sobre estas drogas es una de las más escasas,
manipuladas y poco difundidas dentro de la historia de las drogas. Los intereses
económicos que hay detrás de ellas, concretamente en el caso del
azúcar,
han sido lo suficientemente poderosos como para suspender, retrasar e incluso
tergiversar la realización de estudios científicos concluyentes respecto a las
repercusiones físicas y psicológicas del uso cotidiano de esta
droga a largo plazo.
El
ácido fosfórico se usa en todos los refrescos por su útil característica de
provocar la sed. El otro mágico ingrediente de los refrescos de cola es la
cafeína, que es un excitante nervioso, una botella de coca cola contiene una
cuarta parte de la cafeína de una taza de café, sin embargo cuando alguien
consume coca cola no sabe que esta ingiriendo cafeína, aunque contiene menor
cantidad puede resultar de mayor efecto pues además de que un café puede ser
rebajado con crema o leche y el refresco no, la cafeína hace sus peores efectos
cuando entra al estomago vació y los refrescos se consumen generalmente entre
comidas, además la cafeína aumenta sus efectos en un 60% cuando esta fría. La
dosis letal de cafeína es de 10 gramos, es decir lo equivalente a 70 tazas de
café o 120 botellas de coca cola, claro que nadie toma tal cantidad, pero aun
así sus efectos en menores dosis pueden ser: cambios patológicos en el tracto
gastrointestinal y ulceras pépticas.
Este es un
análisis de una de las gaseosas de mayor consumo mundial:
|
Piloncillo/Melaza |
Azúcar blanca refinada |
Calcio |
258 miligramos |
1 miligramo |
Fósforo |
30 miligramos |
residuos |
Hierro |
8 miligramos |
0.04 miligramos |
Cobre |
2 miligramos |
0.02 miligramos |
Magnesio |
0.04 miligramos |
0.00 |
Sodio |
90 miligramos |
0.3 miligramos |
Potasio |
1500 miligramos |
0.5 miligramos |
Tiamina (Vitamina B) |
245 microgramos |
0.00 |
Riboflavina " |
240 microgramos |
0.00 |
Niacina " |
4 microgramos |
0.00 |
Piridoxina " |
270 microgramos |
0 |
Ácido Pantoténico " |
260 microgramos |
0 |
Biotina " |
16 |
0 |
Calorías |
220 |
400 |
Antes y después del proceso de refinación (1)
El azúcar se produce a través de un proceso
químico a partir del jugo de caña o de remolacha.
En su libro Veneno en el alimento, el Dr. Lezner describe el proceso de
extracción del azúcar en los siguientes términos:
Las remolachas se cortan en trozos después de lavarlas y luego se lixivian. Para
dejar limpio el líquido que contiene el azúcar, se le añade cal. En este
momento, la reacción alcalina destruye casi todas las vitaminas. En las
refinerías, este azúcar crudo se ha de transformar todavía en azúcar común o de
consumo, para lo cual ha de pasar por varios procesos más de limpieza con
carbonato de calcio, de blanqueo con ácido sulfúrico, de filtración a través de
carbón de huesos y de cocción hasta obtener los cristales.
Efectos
psicológicos y fisiológicos
Como ya se indicó en los mecanismos de acción, la
ingestión de azúcar suele experimentarse como una leve euforia. En su Primer
Manual de Nutrición Consciente, Laura Urbina lo explica en los siguientes
términos:
Mientras la glucosa es absorbida por la sangre,
nos sentimos animados. Un estímulo veloz. Sin embargo, a este impulso energético
le sigue una depresión. Estamos inquietos, cansados; necesitamos hacer un
esfuerzo para movernos o incluso pensar. Hasta que se eleva de nuevo el nivel de
glucosa… Podemos estar irritables, hechos un manojo de nervios, alterados. Las
crisis acumulativas al final del día pueden causar inestabilidad emocional. Día
a día nos encontramos con una falta de eficiencia, siempre cansados, nada
logramos hacer, realmente sufrimos los “sugar blues” (o depresiones del azúcar)…
Puesto que en algunas personas las células cerebrales dependen totalmente del
aporte de azúcar en la sangre en cada momento, son quizás las más susceptibles
de sufrir daños. La alarmante y creciente cantidad de neuróticos en el mundo lo
evidencia claramente. No todos llegan al final. Algunas personas empiezan con
glándulas adrenales fuertes; otras no. Sin embargo, el cuerpo no miente - si se
toma azúcar, se sienten las consecuencias.
El azúcar y los dientes
Es muy
frecuente oír decir que el azúcar aumenta el índice de caries.
El grado en que los azúcares y los almidones refuerzan la acción productora de
caries de la placa bacteriana depende de una cantidad de factores, estos pueden
ser por ejemplo, la concentración de azúcares, cuanto tiempo permanecen en la
boca y con que frecuencia se los ingiere. Más aún, es esencial la acción de la
saliva para diluir el contenido de la boca y convertir el almidón en azúcares
fermentables o para neutralizar los ácidos. Los azúcares no producen cantidades
significativas de ácidos cuando no hay placa bacteriana o cuando la placa está
presente solo en capas delgadas.
Cuando menos sea el consumo de azúcar, menos el trabajo que
realizan las bacterias y por lo tanto se reduce la producción de los ácidos
destructores del esmalte dental. El azúcar y los dulces no son los únicos
responsable del deterioro dental, los alimentos ricos en carbohidratos
complejos, son los que causan el mayor deterioro ya que se adhieren a los
dientes y los ácidos que se forman en su degradación por la acción bacteriana
permanecen mayor tiempo en contacto con el esmalte en lugar de ser eliminados
por la saliva.
Entre los grupos de mayor riesgos se incluyen los niños, las
embarazadas y los mayores de 40 años. Los primeros por adquisición de malos
hábitos alimenticios , las embarazadas por los cambios hormonales producidos en
su organismo que intensifican la acidez en la cavidad bucal; y los adultos por
el deterioro natural, aunque una buena higiene bucal puede prolongar la salud
dental sin límites definidos.
Recomendaciones
Ante tales efectos que provoca el azúcar refinado tanto en
los dientes como en todo el organismo es necesario hacer un alto en nuestra
agitada vida y volver nuestra mirada hacia lo natural en nuestro compromiso
diario con nuestra salud, y como responsables de la salud de nuestra familia.
Existen alimentos naturales que conservan toda su riqueza por que no sufren
procesos de refinamiento y además ayudan a mantener la alcalinidad del
organismo; es decir la libera de la acidez, que es un estado que provoca la
aparición de muchas enfermedades.
Felizmente,
la naturaleza pone a nuestro alcance un producto inofensivo, noble y saludable
que la reemplaza con eficacia: LA MIEL, un alimento orgánico, vivo, no es una
sustancia muerta como el azúcar. A diferencia de este último, la miel contiene
calcio que nutre y fortalece los dientes y el esqueleto; hierro, que enriquece
los glóbulos rojos de la sangre, combatiendo, por lo tanto, la anemia;
vitaminas, que son substancias indispensables para la salud; fósforo, que es un
tónico para el sistema nervioso; glucosa y fructosa, que no necesitan
transformación por los jugos digestivos para que sean asimiladas; enzimas,
sacarosa, proteínas, etc.
Conclusiones
El consumo cada vez mayor de alimentos donde se encuentran
como integrantes azúcares refinados (en muchas ocasiones en combinación con las
grasas) como los dulces, confituras, bebidas gaseosas, helados, jaleas entre
otros, está desplazando cada vez más al consumo de alimentos, en particular,
carbohidratos ricos en fibra dietética (cereales, leguminosas, frutas y
vegetales frescos). Precisamente el consumo deficitario de fibra dietética
conjuntamente con el consumo exagerado de azúcares refinados y grasas, son 2
factores exponenciales que precipitan las llamadas “enfermedades de la
civilización”. Para cambiar el estado actual de las enfermedades crónicas
degenerativas como obesidad, diabetes mellitus, dislipidemias, entre otras, se
debe tener presente la función que desempeña la alimentación sana, equilibrada,
completa y variada en la prevención o aparición de estas enfermedades, un
consumo moderado de azúcares refinados o carbohidratos simples como parte de una
dieta adecuada será un factor protector contra el desarrollo o aparición de
estas.
Si este artículo llega a ustedes a fin de hacer conciencia
para una vida mejor y más saludable, y como profesionales poder aconsejar a
nuestros pacientes, entonces estaremos haciendo una odontología no sólo
científica sino humana, es por eso que estamos contribuyendo en el cambio que
como personas todos perseguimos.
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